Desconocía si al día siguiente los iba a volver a ver. Lo
que nunca me había planteado ni se me hubiera ocurrido, pasó. Algo impensable
en aquellos tiempos, aunque fueran los peores. Siempre creí en la valía de las
personas trabajadoras, humildes y luchadoras.
Personas competentes, buenas en lo suyo, diferentes al resto. Gente
preparada para dar lo mejor de sí. Pero al igual de rápido que te cambia la
vida, desaparecieron ellos de sus puestos de trabajo, pasando a formar parte de
una lista que nadie desea tener, pero que abunda en estos tiempos: Los amigos que perdí.
La situación actual ha cambiado tanto que las personas dejan
de ser personas para convertirse en números. Da igual el talento, el esfuerzo,
la valía, la constancia o el empeño. Ahora, la gran mayoría, son cifras. En
muchos casos, tu nómina (si la tienes) marca tu futuro. Dejas de valer más o
menos. Eres un guarismo con fecha de caducidad. Te puede, o no, llegar el
momento, pero si te llega, probablemente no importe mucho tu esfuerzo y tu
trabajo, solamente el color de tu número: el rojo. Resulta muy triste, pero
tremendamente real.
A lo largo de los cerca de cinco años que estuve trabajando
en prensa deportiva, vi caer a muchos compañeros. Unos eran amigos, otros se
quedaban en “colegas” de profesión. La guadaña de la crisis no tenía
sentimientos. A ella, sólo le importaban las cifras. Muchas veces pagaban
justos por pecadores. Veías como tu entorno se iba reduciendo. ¡Qué injusticia!
pensabas, pero no importaban los lamentos, ya estaban “amortizados”. Gente muy
válida había sido despedida. Quizá eran mejores que los que se quedaban, pero
la diferencia era clara: ellos tenían el número en rojo, los otros en verde…de
momento.
Resulta desolador comprobar la crueldad con la que, hoy en
día, los trabajadores pierden el empleo. Es muy duro, pero perder la condición
de persona para, simplemente, pasar a formar parte de la cuenta de pérdidas y
ganancias de una empresa, desmotiva a cualquiera. Tienes la sensación de que tu
esfuerzo no ha sido valorado, tu tiempo empleado no ha servido para mucho, e incluso, en ocasiones, te puedes llegar a cargar las culpas del despido. Los
famosos “y si…” pueden aparecer en tu cabeza, haciéndote creer que podrías
haber bajado el rendimiento, que no eras tan bueno como creías o que tu
comportamiento estos últimos meses no había sido el adecuado. ¡Olvídate!
Únicamente eras un número más.
En general, ha bajado el nivel de muchos servicios. Se
intentan obtener los mismos resultados con el menor equipo posible y, esto, resulta imposible si queremos mantener la calidad. Se exprime a un
solo trabajador para que saque adelante el trabajo que antes hacían dos o tres
personas, exigiendo, además, idénticos resultados. Y después de todo esto, pocas
“palmaditas” en la espalda, más bien algún que otro “rapapolvo”. ¡Menudo
panorama!
Al día siguiente, los
amigos que perdí, no estaban en su puesto de trabajo. Comienza a notarse el
vacío, pero la presión por intentar hacer todo lo posible para no ser el
siguiente, no te deja pensar mucho más. Será justo o injusto, pero la realidad
vuelve a azotarte en la cara, demostrándote, una vez más, que no importa todo
lo que hayas sudado. De momento, sigues en la rueda. Continúas estando en color
verde.
Dorian, banda de “electropop”
española, originaria de Barcelona, publicó este mismo año el álbum La velocidad del vacío. En él,
encontramos uno de sus grandes temas cuyo título es: Los amigos que perdí. El último estribillo da paso al final de la
canción, donde escuchamos: Y he olvidado
a los amigos que perdí.
En muchas ocasiones, nuestro puesto de trabajo no depende de
nosotros, pero lo que sí está en
nuestras manos es decidir el final de esta melodía.
Y sigues superandote..una gran verdad.....genial Lal. Un besote.
ResponderEliminarMarietta
Gracias Marietta!!! Es un placer que comentes el Blog!
EliminarUna gran verdad, sí señor!
Besos!
Cuanta razon!!!. Animo es lo que no hay que perder.
ResponderEliminarSin lugar a dudas! El ánimo es fundamental! No hay que perder la esperanza!
EliminarMuchas gracias por el comentario!
Otra semana mas tengo que felicitarte y darte la razon. Todos hemos tenido algun amigo de este tipo e incluso, lo hemos sido. Sigue mostrando la realidad mas sincera, somos muchos los que nos vemos reflejados en cada parrafo de tus entradas. PR
ResponderEliminarMucas gracias PR!! Te lo agradezco mucho! Hemos tenido "amigos que perdí" y hemos sido "amigos que perdí". Hay que seguir peleando día a día! Es una satisfacción saber que os veis reflejados!
EliminarGracias por el comentario.
Me encanta como has relacionado la letra de la canción de Dorian con el contenido del blog. Todo un homenaje a aquellas personas y canciones que cierran la puerta a un pasado injusto para abrir una nueva puerta a un presente mas digno. Ahi estamos para lograrlo entre todos y tu, Lalo pones tu granito de arena en tu blog para conseguirlo. Amunt!
ResponderEliminarMuchas gracias hermana!!! Sí, la verdad que hace ya un tiempo que tenía clara esta entrada para el Blog. El título lo tenía pensado también, jejeje!! Todos esperamos abrir una nueva puerta para recibir un presente y un futuro mejor.
EliminarMuchas gracias por tu apoyo y AMUNT!!!
Mas y mas razón. ....crack, mito y leyenda...un grande! !!!
ResponderEliminarSe q no lo has olvidado. ..pero yo te lo recuerdo.... yo sere uno de esos que ira a ver el estreno de tus dos películas
Muchísima suerte Lalo
Salveta el ambulanciero
Hombreee!! Salveta el ambulanciero!! Claro que sí! No lo he olvidado, sigo adelante!! Y yo estaré encantado de verte en el estreno! Tendrás zona VIP!!
EliminarMuchas gracias por todo!
Un abrazo muy fuerte!
Me encanta, Gonzalo!! Espero ansioso esa sorpresa para los seguidores del Consultorio. Bratzoooo
ResponderEliminarMe alegro mucho crack!! La semana que viene "comenzamos" la sorpresa... Va a ser larga....jejejeje
EliminarBratxoooo forte!!
Es la "pura"realidad. Desde hace mucho tiempo se ha abandonado la parte humana en las empresas, el sacrificio, la implicación,....... como tu bien dices hoy más que nunca somos números que vienen y van.
ResponderEliminarEnhorabuena Gonzalo.
Hola Manuel!! Completamente de acuerdo con tu comentario. Somos números! Es una triste realidad. Las empresas sólo valoran las cifras y, en muchas ocasiones, el esfuerzo del trabajador da exactamente igual.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario!!
Un abrazo!!!